"Europa se ha puesto de acuerdo para proteger su cine"

 

"Un premio a todo el cine europeo", así define la Comisaria de Educación y Cultura de la Unión Europea, Viviane Reding, el premio a la Personalidad Europea del Año, que le fue otorgado en el pasado Festival de San Sebastián. Desde 1999, año en que se hizo cargo de un "oficio muy deprimido", la Comisaria luxemburguesa ha desarrollado iniciativas de dimensión pan-europea como "Cinedays", "Europa-Cinema" a la que se han sumado 51 países con 1.400 pantallas que muestran un 50% de cine europeo, la red de Jóvenes Cineastas "Take off", la acción financiera "i2i Audiovisual" que se integrará en el programa MEDIA 2007....

            Reding comenta: "Nuestro problema es que las películas nacionales sólo se ven en cada país, tienen muchas dificultades para saltar a otros países europeos, hemos perdido algunas batallas pero no la guerra". ¿Guerra contra el cine estadounidense?: "No, no es una guerra contra nadie, son batallas por el propio cine europeo del que debemos estar muy orgullosos". En julio de este año dimitió, tras 38 años en el cargo, Jack Valenti como presidente de la MPAA; Reding afirma que entre ambos había una especie de "pacto entre caballeros". Con el nuevo responsable, Dan Glickman, antiguo secretario de agricultura con Bill Clinton, considera que "se mantendrán las divergencias" aunque todavía no se ha concretado ninguna reunión. Más allá de batallas contra el cine estadounidense debemos aprovechar el "talento extraordinario" que tenemos, "nuestro punto de partida actual es una cuota europea media del 30%, por tanto, hay que actuar en dos planos: hacer que el cine nacional sea más fuerte y romper con los muros que existen dentro del cine europeo. El programa Media está ahí para ayudar en ambos sentidos".Valenti afirmaba, quizás como excusa proteccionista, que los estadounidenses no estaban acostumbrados al doblaje, del que tampoco es partidaria la comisaria europea, "el mercado americano es muy difícil, pero cuando veo un problema como éste pienso que hay también grandes oportunidades y que sólo podemos mejorar, ir hacia delante".

Reding ya manifestó en varias ocasiones que el cine europeo viaja muy mal: "Si una película española sólo se ve en España estará perdiendo un mercado potencial de más de 400 millones". Cierto, pero ¿no estaremos trasladando el problema de la hegemonía estadounidense al problema de la hegemonía francesa?: "No. Es verdad que los franceses siempre han luchado mucho por su cine, lo apoyan, tienen un público. Hay otro país, que en proporción, funciona muy bien, Dinamarca, donde hay un gobierno que hace una política muy pro-activa por su cine, invirtiendo mucho en la educación a la imagen y el resultado es bueno, hay conocidos realizadores y un público acostumbrado a ver estas películas. Alemania, un país que prácticamente había dejado de hacer cine, está consiguiendo grandes éxitos como Good bye, Lenin, y el propio gobierno ha cambiado de política, antes apoyaban mucho al cine hollywoodiense y ahora están invirtiendo en su propio cinematografía".

Pero ¿cómo puede competir una película portuguesa o polaca con una producción francesa de 45 millones de euros de presupuesto?: "Hay un grave problema con los nuevos países que acaban de acceder a la Unión Europea. En muchos de estos países prácticamente no hay un cine propio y las salas de cine que quedan son propiedad de las grandes cadenas americanas. Aquí, es verdad, tenemos que reconstruir casi todo, pero tampoco partimos de cero, hay un patrimonio y hay también buenas escuelas de cine. En el último Festival de Cannes se hizo una reunión con los Ministros de Cultura de la Unión Europea, a la que acudieron cineastas y profesionales del sector, primero para presentarlos y segundo para decirles que están en una gran familia que hace cine y que tiene un gran potencial".

Una familia con parientes ricos y menos ricos que tratan de fomentar y proteger películas que muchas veces no consiguen siquiera ser estrenadas, "quizás habría que preguntarse si no estaremos produciendo demasiadas películas, en vez de producir mejor. En esto sí deberíamos aprender un poco de los americanos en materia de publicidad, de promoción". ¿Es usted partidaria de la "excepción cultural"?: "No. Todo el mundo discute la terminología pero la cultura no ha de ser una excepción, yo prefiero hablar de diversidad cultural, aunque necesitemos adoptar medidas para salvaguardar nuestro patrimonio. Europa se ha puesto de acuerdo para proteger su cine. Las películas no son sacos de patatas. En el derecho europeo las ayudas de Estado no son posibles, pero la cultura es muy delicada, muy sensible, hay que ayudarla y habrá que derogar la regla general para permitir autorizaciones especiales que no sean excluyentes".