III Filmadrid 2017

Algunas proyecciones en Filmoteca Española

8 al 17 de junio de 2017

 

https://youtu.be/KEFQs0xhEDE (cabecera del Festival)

 

 

La dirección del Festival está a cargo de Nuria Cubas y Fernando Vilchez.

Aunque el Festival tiene varias sedes me limitaré exclusivamente y por razones operativas a algunas sesiones en Filmoteca. Me hubiera gustado seguirlo más ampliamente, en especial todo lo relativo a su sección oficial, pero no me es posible. Por tanto, lo que escribo a continuación es un pequeño botón de muestra. Mención destacada a las presencias de Jonas Mekas y Lav Díaz.

 

Secciones del Festival:

 

.- Competición Oficial

.- Competición vanguardias

.- Foco Joao Pedro Rodrigues

.- Foco Fred Kelemen

.- Foco Deborah Stratman

.- Foco Comedia y absurdo en el cine iraní

.- Proyecciones especiales

.- Pasajes de Cine

.- The video essay

.- Vanguardias live

.- Metrajes encontrados

 

Y una recomendación, consejo, sugerencia… a los organizadores: evitar tantas secciones-ciclos-focos que creo producen un efecto de dispersión informativa. En mi opinión, es preferible abarcar menos, tener una competición oficial muy fuerte y rigurosa, que alcance prestigio internacional y tres-cuatro secciones más complementarias (Vanguardias-un Foco de un cineasta-Proyecciones especiales-Cortometrajes). Si al tercer año ya tenemos once secciones aparte de otros eventos no quiero ni pensar lo que puede ser dentro de tres años más… además que esa competición oficial, que debería ser la más relevante, queda diluida, oculta, en medio de todas las demás. Demasiados árboles para este joven bosque.

 

Se celebra una exposición de Jonas Mekas que estará abierta hasta el 7 de agosto en La Neomudéjar (C/ Antonio de Nebrija s/n)

 

.- (**) “Certain women” (“Vidas de mujer”, Kelly Reichardt, 2015, USA)

 

Inauguración del Festival el 8 de junio de 2017 en Cine Doré (Filmoteca Española) como proyección especial. Sala 1 llena de gente muy joven (de hecho se acabaron las entradas). Aplausos al finalizar la proyección. Felicitar al público asistente por respetar hasta el final los títulos de crédito de la película. Siempre insistiré en que forman parte de la obra cinematográfica. Lenguaje narrativo clásico si bien alarga temporalmente algunos planos. Son tres historias centradas en personajes femeninos. Una abogada, magníficamente interpretada por Laura Dern, establece una curiosa relación con un cliente que sufrió un accidente laboral. Un matrimonio con hija adolescente que se quieren construir una casa en un terreno. Y por último, una joven solitaria que cuida caballos en un establo y que conoce a una abogada que está impartiendo un curso. La joven acude a esa clase por el simple hecho de sentir que forma parte de algo, estableciendo con la abogada una corta vinculación, que sólo tiene una única dirección, de aprecio, de amistad, y quizás, de amor. Esta última historia es la más profunda, la más sincera, la que más te llega al corazón porque sientes la enorme soledad en la que vive esa joven. En el tramo final retoma brevemente estas tres historias a modo de epílogo.

 

 

Tres apreciaciones. La primera es que la película es del 2015 y no del 2016 como aparece en todas partes (ver copyright al finalizar los créditos). La segunda es que me ha sorprendido ver en la revista “Caimán. Cuadernos del Cine” del mes de junio las elevadísimas notas que le ponen en el cuadro crítico, de hecho encabeza el ranking con una nota de 8.6. Me parece una barbaridad, una exageración. La película se deja ver y tiene, indudablemente, buenas secuencias y correctas interpretaciones aunque el conjunto es un tanto desequilibrado, pero de ahí a semejante consideración va un abismo. Y la tercera es que Todd Haynes aparece como productor ejecutivo.

 

En la Seminci de 2015 y dentro del ciclo “Inéditos. Talentos del Siglo XXI” pude ver su ópera prima de 1995 (**) “Ríos de hierba” (“River of grass”)

http://www.cinepastor.es/Valladolid2015.htm

 

 

 

FOCO JOAO PEDRO RODRIGUES:

 

Todo un descubrimiento (al menos para mí). Son películas que evidentemente presentan patrones heterodoxos, no convencionales, en cuanto a su forma y fondo, creando obras muy poderosas, visualmente hablando, y que encierran, al mismo tiempo, y ahí está su logro, una emoción sincera que percibe el espectador receptivo. Ya sabemos que hay mucha falsedad en el cine actual de autor, mucho plagio no confesado y mucha impostura, pero percibo en el caso de Joao Pedro Rodrigues un  tono poético que en ocasiones me recuerda a Pier Paolo Pasolini, un dolor y una querencia por sus personajes muy próxima a otro Pedro, Pedro Almodóvar, consiguiendo mezclar en un todo único, y sin que chirríe, diversas formas narrativas y eso no es sencillo. Hay ficción, hay una forma muy especial de exponerla y hay verdad.

 

.- (***) “Morir como un hombre” (“Morrer como um homen”, João Pedro Rodrigues, 2009, Francia-Portugal):

 

En este ocasión menos público en la Sala 1 y no tan joven. No ha habido aplausos al final… y los merecía. Quizás el hecho de ser domingo, de ser a las 17:30 horas y de estar haciendo en Madrid un calor infernal (aunque en la Sala 1 se está de maravilla). Se ha proyectado en digital, en vez de en 35 mm. como estaba previsto y ha habido varios pixelados en 3-4 imágenes. El presentador lo ha comentado, se ha pedido disculpas y se ha prometido que se volverá a proyectar en su formato original. La película se presentó en Cannes, en la sección “Un certain regard

 

 

No la conocía y me ha sorprendido positivamente. Transmite muy acertadamente el dolor que sufre constantemente Tonia (interpretada excepcionalmente por Fernando Santos), un (o una) transexual que lleva más de 20 años actuando en un local como vedette. Es una mujer que sufre continuas vejaciones por su joven pareja, un drogadicto llamado Rosario. Tonia (en su etapa como Antonio) tuvo un hijo, María, que nunca le perdonó su realidad. Ahora el hijo se presenta inesperadamente en casa tras haber asesinado, en el ejército, a un compañero que se burlaba de su padre. Tonia y Rosario salen de Lisboa, supuestamente a casa del hermano de Rosario, pero no encuentran la casa, se pierden y dan con una casa (justo donde el hijo de Tonia mató a su compañero al inicio de la película) donde viven una pareja de transexuales (por cierto es increíble el papel que hace Gonçalo Ferreira De Almeida como María Bakker, supongo que no interpreta ningún papel, sino que fue-es en su vida real un transexual). Tonia enferma y Rosario estará a su lado…

 

Tiene secuencias que transmiten algo muy especial y eso sólo está al alcance de unos pocos. Esa secuencia en el bosque (¡siempre el bosque!) cuando se oye entera esa extraña canción de “Calvary” (interpretada por Babby Dee) en un único plano, es inolvidable, rara, magnética, hechizante… Forma parte, desde hoy, de mis secuencias-planos inolvidables. O esas dos secuencias en el cementerio “de los placeres” (así se llama): una anterior que sirve de presagio y una final que se te encoge el alma. Una muy buena película que sabe exponer con claridad el drama de los transexuales cuando se sienten atrapados en cuerpos físicos que no corresponden a su identidad sexual.

 

https://youtu.be/8cN_1Lwz8Sc

 

.- (**) “Amanecer rojo” (“Alvorada Vermelha”, João Pedro Rodrigues y João Rui Guerra Da Mata, 2011).

 

Buena asistencia de público en la Sala 1 del Doré. Se trata de un documental (con unos pequeños detalles de ficción) sobre la actividad en el mercado Vermelho de Macao. Desde que abren de madrugada y todos los comerciantes preparan sus mercancías hasta que empiezan a atender al público. Lo de rojo es consecuencia de la gran cantidad de sangre que se ve en sus escasos 20 minutos. Los peces llegan vivos y son allí sacrificados, las gallinas, anguilas, la carne troceada…. En ocasiones resulta un tanto desagradable ver la agonía de esos peces mutilados. No tiene diálogos, son los sonidos propios del ambiente. Hay pequeños guiños de ficción cuando en uno de los recipientes de agua aparece la imagen de una sirena o cuando se ve un zapato de tacón de mujer en el asfalto y pasan varios vehículos muy cerca, hasta que uno golpea el zapato. Y este detalle del zapato se vincula, de forma un tanto forzada, con “La última vez que vi Macao”.

 

.- (**) “La última vez que vi Macao” (“A ultima vez que vi Macau”, João Pedro Rodrigues y João Rui Guerra Da Mata, 2012):

 

Se proyecta en la misma sesión como complemento a “Amanecer rojo”. En este caso se trata de una extraña obra mezcla de ficción, ensayo, datos documentales que se mezclan en una historia de intriga en torno a una mujer, Candy y a un amigo que viaja de Portugal a Macao con el propósito de ayudarla. Ellos tuvieron una relación hace muchos años y Candy (que es un travesti que aparece al principio cantando en un local) está en peligro. En ningún momento se ve el rostro de este amigo y la narración transcurre, avanza, mediante voces en off. Le es imposible contactar con Candy, ésta desaparece (posiblemente ha sido asesinada arrojándola al río) y a través de una carta, él descubre una extraña historia de sectas vinculadas al zodiaco chino, a los animales y a una jaula que parece tener el poder de transformar a las personas en perros. Todo muy raro pero hay algo en sus imágenes, en sus voces, que logra hacerte partícipe aún permaneciendo fuera de la narración, extrañado ante lo que ves y oyes. No es un cine al uso. Subyace cierta similitud intencionada, y referencias explícitas a “Una aventura en Macao” de Josef Von Sternberg (1952)  con ese aire de cine negro, de intriga, como si Candy fuera la Julie que interpreta Jane Russell.

 

 

 

.- (**) “El ornitólogo” (“O ornitólogo”, João Pedro Rodrigues, 2016, Portugal, Brasil, Francia):

 

De nuevo la Sala 1 llena de un público muy joven y de nuevo la inmensa mayoría respetan los créditos hasta el final. Así debe ser. Al inicio ha habido una breve presentación de Javier H. Estrada con el director portugués. Al finalizar la proyección João Pedro Rodrigues ha respondido a las preguntas que se le han formulado. Se agradece esta presencia y este “cara a cara” con los espectadores.

 

 

Es difícil evaluar, juzgar, establecer una crítica ortodoxa sobre una obra que evidentemente no se ajusta a los patrones clásicos establecidos. Por una parte pienso que cuando la crítica se enfrentó a “Pajarracos y pajaritos” de Pier Paolo Pasolini (1965) muchos se sintieron descolocados, de la misma manera que cuando se contemplaron los primeros cuadros de los impresionistas franceses. Otra cosa es tener muy claro que en el Arte actual, en el Cine actual hay mucha impostura y una clarísima falsa intelectualidad (por ejemplo, aquellos maniquíes de niños colgados de los árboles). El joven director portugués utiliza, por un lado, una narración clásica en cuanto a la forma con una presentación, un desarrollo, un clímax y un desenlace, pero por otro, su fondo no es nada clásico. Tras un primer visionado tienes la tentación de definirlo como empanada mental, pero sabes que al mismo tiempo has visto algo que en bastantes secuencias ha sabido captar tu interés. Tratas de dar un sentido a todo lo visto y está bien que al espectador no se le de todo mascado; cada uno debe interrogarse de lo visto, de lo oído, de lo sentido. Sabemos que la Vida es permanente cambio, físico y emocional, y que continuamente nos enfrentamos a obstáculos, objeciones, muros que bordear, que saltar o que destruir, ya sean tus creencias religiosas, problemas familiares, problemas económicos… y tratas, a menos que te rindas, de dar una respuesta, una solución. ¿Cuántas veces nos sentimos muertos y resucitamos? ¿Cuántas veces estamos maniatados, perdidos, buscando salidas aunque esto suponga escalar montañas?.... De todo esto nos habla esta película a la que podríamos definir como meta-filosófica (la religión, sin duda, fue un complemento, una ¿solución? a los interrogantes filosóficos) o sencillamente (y complejamente) una película sobre el ser humano en toda su complejidad existencial. Hay varios planos en los que te preguntas si Fernando busca a Dios inconscientemente en la naturaleza (¿panteísmo?). Y nos preguntamos si esos planos subjetivos de los pájaros hacia Fernando (incluida la paloma versus espíritu santo) es en realidad la mirada de Dios hacia los hombres. Supongo que no hay respuestas.

 

 

FOCO COMEDIA Y ABSURDO EN EL CINE IRANÍ:

 

Me parece a mí que estamos intentando sacar jugo de donde no lo hay. Aún no siendo un experto en cine iraní, sospecho, que pocas comedias podemos localizar. De hecho, en las 88 películas de esta nacionalidad que tengo controladas en mi base de datos (Cinepastor) sólo tengo dos comedias: “El voto es secreto” (Babak Payami, 2001) que pude ver en Valladolid 2001 y “Sueño amargo” (Mohsen Amiyoussefi, 2004) y que vi en Valladolid 2004, Punto de Encuentro.

 

.- (**) “Los inquilinos” (“Ejareh-nesheenha /The tenants”, Dariush Mehrjui, Irán, 1986)

 

La presentación inicial que se ha realizado por parte de Farshad Zahedi, que creo es un profesor iraní de la Universidad Carlos III, no has puesto el caramelo en la boca, para luego comprobar que no era para tanto. Evidentemente tiene mérito que en 1986 se ruede esta “comedia” en Irán donde hay una evidente crítica social (me recuerda algunas películas españolas de los 50 como “El inquilino” o “Historias de Madrid”). Ahora, de ahí a ser una magnífica, o simplemente una buena película media un abismo. Además la proyección ha sido penosa. Había varias secuencias que no estaban subtituladas y precisamente coincidían con mucho diálogo de los intérpretes y lo peor, se ha interrumpido toda la parte final (la imagen se quedaba fija en pantalla o pegaba saltos a secuencias posteriores) sin que hayamos podido ver el final (creo que hay dos palomas que se colocan encima de un depósito de agua que se estaba desmantelando y supongo que se viene todo abajo). Al parecer esas palomas tienen algo que ver con el imperialismo yanqui lo cual, si es así realmente, me parece penoso y totalmente fuera de lugar. A destacar el aspecto coral muy berlanguiano que presenta, rasgo fácilmente perceptible en la fotografía.

 

 

Y una cuestión que me llama mucho la atención. Nadie en la sala se ha reído. Las situaciones narradas eran tan banales, tan simplonas, tan inocentes… que, casi, casi, era como estar viendo “El regador regado” de los hermanos Lumière. Está claro que el sentido de la comedia oriental-iraní-islámica, poco o nada tiene que ver con el sentido de la comedia occidental, más elaborada, con la excepción de muchas de las chabacanas comedias actuales (y que han existido siempre). No conozco a ningún Ernst Lubitsh o Billy Wilder en el cine oriental.

 

FOCO FRED KELEMEN

 

Madre mía. Lo siento pero como he escrito en Twitter no congenio con este tipo/tiempo narrativo. Sé que esta opinión puede ser equivocada al haber visto sólo una película de este director (que ha estado presente en las proyecciones) pero sinceramente se me han quitado las ganas y eso que siempre intento verlo todo pero…. Tengo la sensación (repito, puede que errónea) de que todo su ¿cine? sigue la misma pauta.

 

(*) “Verhängnis / Fate” (Fred Kelemen, Alemania, 1994)

 

Acabo de leer un excelente reportaje en “Caimán. Cuadernos de Cine” a propósito del seminario que recientemente dio Walter Murch en la ECAM de Madrid en donde le da a la emoción un gran porcentaje (habla del 51%) como componente esencial de toda obra cinematográfica (y artística en general). Pues bien en esta película de Kelemen la emoción es casi nula. Tengo la sensación desde el principio de estar viendo una impostura carente de sinceridad y de verdad. No se es más verdadero por registrar con detalle cómo un personaje enciende un cigarrillo, se sienta, mira hacia los lados, sigue fumando… y así durante un par de minutos. No se puede confundir la Vida con el Cine. Por poner un ejemplo entendible que se cita en esta misma página: hay mucha más verdad, y emoción, en las lágrimas de Tonia (“Morir como un hombre”) que en todo el metraje de esta película. Estoy seguro que a muchos les parecerá fantástica y maravillosa, y muy moderna, y muy guay… y lo respeto, pero no puedo compartirlo.

 

Y para finalizar estos breves apuntes de Filmadrid 2017 y a propósito de “Verhängnis/Fate” copio algo que escribí en la Seminci de 2015 en relación a la espantosa ópera prima de Yorgos Lanthimos,  Kinettay que creo viene al caso:

 

Ya sabemos que en el Arte moderno en general hay muchas imposturas: ¿fue arte el urinario de Duchamp? ¿Es arte los maniquíes de niños colgados de los árboles? ¿Es arte llenar los Campos Elíseos de París de retretes?....

 

En el Cine, son muchas las mentiras de las que suelen envolverse algunas películas modernas muy presentes en algunos Festivales y que entusiasman a muchos críticos:

 

1.- Ruptura temporal narrativa.

2.- Largos planos en silencio.

3.- Acciones fuera de plano.

4.- Intercalar diversos formatos (ficción, documental, experimental,…)

5.- Intercalar diversas tecnologías (cine, vídeo, televisión,…)

6.- Desenfoques, desequilibrios, planos antiestéticos,…

 

        Grandes películas clásicas y actuales pueden incorporar alguno de estos elementos y hacerlo de forma coherente, narrativamente eficaz. Serían muchos los ejemplos de antes y de ahora (“Ciudadano Kane”, “Ordet”, “21 gramos”,…). En “Kinetta” el director, que va de moderno y de autor, mezcla tiempos, rueda cámara en mano, desenfoca, mantiene largos silencios…y el conjunto falla. El urinario de Duchamp buscaba, y conseguía, la provocación. La “Kinetta” de Yorgos Lanthimos provoca el aburrimiento. Es como si un guión normal en su desarrollo narrativo (con algunas secuencias ¿originales?), de repente, a la hora del montaje, se fuera troceando de forma aleatoria. Un poquito allí, un trocito allá…Tres personajes sin nombre: ella trabaja en un hotel, él trabaja en una tienda de fotografía y se encarga de las grabaciones y un policía que investiga el asesinato de una mujer cuyo cadáver ha aparecido en la playa. El policía utiliza a la chica del hotel y al chico de la tienda de fotografías para recrear y grabar el asesinato de la mujer. Las secuencias de esas recreaciones son ridículas. En mi opinión, un engaño que ensalzan muchos sesudos críticos que ven genialidad donde sólo hay impostura.