ALCINE 33

(Festival de Cine de Alcalá de Henares-7 al 15 de Noviembre de 2003)

 

         Algunos hechos a recordar: Sección “Corto Documental. La realidad interpretada”, una excelente recopilación de títulos de todas las épocas y nacionalidades. Entrega de premios en la Filmoteca Española.

Comentario: me parece excesiva la gran cantidad de premios que se otorgan (del Festival, de Caja Madrid, de Canal +, de la Comunidad, CES, de antiguos alumnos,...). Debería existir unos únicos premios a las categorías más significativas (Mejor corto, mejor actor, mejor actriz, y poco más). De esta manera la repercusión mediática sería mucho mayor. Igualmente la existencia de diversas secciones para un Festival tan pequeño, dispersa mucho al escaso público asistente. En mi opinión, deberían centrarse exclusivamente en los cortometrajes.

 

.- CORTO DOCUMENTAL. LA REALIDAD INTERPRETADA:

 

.- Manhatta/ New York la magnífica (Manhatta/ New York the magnificent, Paul Strand y Charles Sheeler, USA, 1921): 9 minutos, B/N. Utiliza rótulos donde se leen fragmentos de las poesías de Walt Whitman. Imágenes de Nueva York: los rascacielos, mareas humanas bajando de un ferry, los barcos... Hay una gran cantidad de secuencias donde el humo es muy presente, el humo de los barcos, de las fábricas, de las enormes chimeneas de los edificios. Creo que todos son planos fijos. Se ve al transatlántico “Aquitania”. Hay un plano especialmente significativo donde se ve a un hilillo de personas como hormigas en el margen derecho de la pantalla y el resto del plano son enormes moles de edificios que parece que atrapan, que aplastan a esas hormiguillas. Me recuerda las primeras imágenes de Y el mundo marcha  (King Vidor, 1927).

 

.- Miseria en el Borinage (Misère au Borinage, Jori Ivens y Henri Stork, Bélgica/Holanda, 1933): 28m. B/N. Nos relata con gran dureza las penosas condiciones de vida de los mineros de la región belga de la Valonia en 1932-1933. Las muertes que se producen, las enfermedades,... Viven en casas que son propiedad de las compañías mineras y en los últimos años han sufrido bajada en sus sueldos. Al declararse en huelga para pedir mejoras y no poder pagar los alquileres son expulsados de las casas. Es terrible ver a las familias cargando en carros sus escasos enseres. Con los colchones a cuesta. Creo que existe cierta manipulación de algunas secuencias, por ejemplo, cuando llega un hombre haciéndose pasar por un trabajador y en realidad se trata de un confiscador que va a embargar los muebles (se cambia la gorra por un sombrero); aparecen varios mineros que para evitarlo se apoyan en las mesas, las estanterías, y así evitar el embargo. Esto parece un poco forzado. Hay otra secuencia que sí parece muy auténtica: los mineros están parados con palos en las manos y aparece la policía acompañada de otros hombres también con palos y empiezan a intimidar a los mineros y de ahí, a las agresiones. Al final hay una auténtico alegato por la unidad de los trabajadores, de hecho en algunas manifestaciones se ve a los obreros portando la bandera comunista de la URSS.

 

.- Cara de carbón (Coalface, Alberto Cavalcanti, Gran Bretaña, 1935): B/N. 11m. La industria del carbón era, en aquel entonces, la industria más importante del Reino Unido y empleaba a más de 750.000 hombres. Nos comentan que todos los días se producen cuatro fallecimientos de mineros. Nos relata todo el proceso desde la extracción hasta su empleo en los barcos, industrias, exportación... La fotografía, sobre todo en el interior de la mina, es muy buena, de una gran riqueza tonal sin nada de grano. Llama la atención los coros de voces que emplea de fondo en algunas secuencias.

 

.- Correo nocturno (Night mail, Harry Watt y Basil Wright, Gran Bretaña, 1936): B/N. 23m. Todas las noches el tren Correo recorre varias localidades recogiendo y repartiendo las sacas del correo. Llama la atención el sistema de redes que utilizan para enganchar las sacas. En algunas secuencias el relato del narrador se sincroniza con el ritmo del tren, va acompasado.

 

.- Escucha a Gran Bretaña (Listen to Britain, Humphrey Jennings y Stewart McAllister, Gran Bretaña, 1942): B/N. 20m. Es un film propagandístico. A pesar de la guerra la gente trata de seguir viviendo escuchando conciertos, yendo a bailes, cantando... Hay un logotipo tanto al comienzo como al final ciertamente curioso: un violín en posición horizontal y un tanque cuyo cañón atraviesa las cuerdas (que no se ven) del violín. La música y la guerra se unen. También hay muchas secuencias de mujeres trabajando en las fábricas.

 

.- Hágase la luz (Let there be light, John Huston, USA, 1948): B/N. 45m. En el programa del Festival figuraba 1945 como año de producción, sin embargo el copyright que aparece en los títulos es de 1948. Las imágenes es muy posible que fueran rodadas en 1945 cuando los soldados regresan de la guerra que ya ha terminado. Y es muy posible, que dados los problemas que tuvo John Huston con este documental, fuera montado en 1948. Nos muestra a un grupo de hombres que regresan como desechos humanos no por que tengan heridas físicas sino por que sus heridas son emocionales: lloran, tienen temblores, no pueden andar, tartamudean,... sufren las consecuencias del horror de la guerra, han visto a compañeros morir, han sufrido pensando en sus familias. En el Mason General Hospital un grupo de psiquiatras les ayudan a superar sus traumas posbélicos. Al principio hay un rótulo que te explica que ninguna imagen ha sido manipulada, sin embargo, hay secuencias un tanto sospechosas, por ejemplo, hay un soldado al que hipnotizan muy rápidamente , otro al que inyectan “Sodotal” y enseguida empieza a hablar bien (antes no articulaba palabra), un joven que no puede andar y lo mismo, le inyectan “Sodotal” y enseguida anda sin dificultad. El final es demasiado “happy” todos los soldados se han recuperado y juegan tranquilamente al béisbol. Me ha hecho recordar una de las mejores películas de todos los tiempos Los mejores años de nuestra vida (William Wyler, USA, 1946).

 

.- N.U. (Nettezza Urbana) (Michelangelo Antonioni, Italia, 1948): B/N. 11 minutos. Imágenes de los barrenderos de Roma. Parece un apunte de las películas del neorrealismo. Muestra algunas imágenes del entorno familiar de los barrenderos, aunque no profundiza en sus vidas. Planos estéticamente muy bellos. 

 

.- Guernica (Robert J. Flaherty, USA, 1949): B/N. 12m. Se ha proyectado sin sonido. Se inicia con un plano donde se ve de espaldas a dos personas contemplando el “Guernica” en el Moma de Nueva York. A partir de aquí se sucede todo tipo de planos del cuadro: panorámicas, planos detalle, basculamientos, ... pero muy repetitivos. Parece mentira que este trabajo lleve la firma de Robert J. Flaherty, el director de Nanook, el esquimal o de Hombres de Arán. En ocasiones los movimientos parecen hechos por un aficionado, hace una panorámica de izquierda a derecha y la continúa con un basculamiento hacia arriba, queda fatal. Al final nos vuelve a situar fuera del cuadro con el plano de las dos personas contemplando la obra. Me ha defraudado.

 

.- Los maestros locos (Les maîtres fous, Jean Rouch, Francia, 1954): Terrible. Inimaginable. Una auténtica locura. Me he revuelto en la butaca. La cámara nos muestra la fiesta anual de los Haouka, una secta africana, en la afueras de la ciudad de Accra en Ghana. Lo que empieza como una reunión normal acaba convirtiéndose en un auténtico delirio donde se llega a hervir a un perro y se lo comen; uno ha tenido suerte y ha conseguido la cabeza. Arrojan espuma blanca por la boca como si estuvieran rabiosos (imagino que mastican algunas hojas aunque esto no se ve), andan de forma ridícula, parodian a los cargos oficiales del gobierno, se acercan antorchas a su cuerpo y así hasta lo del perro, incluso, cuando le degollan (no se ve) se tiran al suelo para beber su sangre (esto sí se ve) y la sangre les chorrea por la boca. Algo espantoso. Al final te muestra a estos hombres en sus trabajos habituales y aparentemente todos son personas “normales”. Esa locura se interpreta como una especie de catarsis colectiva que les permite olvidarse, al menos por un día, de sus problemas.

 

.- Los niños que dibujan (E o kaku kodomotachi, Susumu Hani, Japón, 1956): Una delicia. Nos muestra a un grupo de niños que empiezan sus clases (curiosamente el curso empieza en abril). En las clases de pintura, al principio no saben pintar nada, hay niños que no se integran y poco a poco, van mostrando a través de sus dibujos rasgos muy peculiares de su personalidad. Por ejemplo, una niña que pinta una flor sola, aislada, refleja que puede ser una niña hija única y muy mimada. Otro niño siempre pinta una casa sola, idea de soledad. La cámara nos muestra algunos rasgos de la vida particular de estos niños y efectivamente coincide con lo que expresan en sus dibujos. Los niños pintan con el corazón. Enseñan a los niños a dar valor a sus trabajos, reconocimiento público, respeto, ... En algunos momentos les dan libertad absoluta para que pinten lo que quieran. Hay un dibujo final muy interesante, creo que una niña ha pintado varias flores muy próximas, todas distintas y muy hermosas; de pintar una única flor se ha pasado, después de meses de convivencia e integración, a pintar un conjunto de flores.

 

.- Brutalidad en piedra/ La eternidad de ayer  (Brutalität in stein/ Die ewigkeit von gestern, Alexander Kluge y Peter Schamoni, Alemania, 1960): Nuremberg. Sobre el escenario donde se escenificó el poderío nazi en las Asambleas que Hitler allí realizaba. Las enormes explanadas aparecen ahora vacías, pero se siguen escuchando sus voces y especialmente los alocados discursos de Hitler. También se oyen las declaraciones del comandante de un campo de concentración. Habla del engaño de las duchas y que algunas madres, que sospechaban algo, dejaban a sus bebes escondidos en los montones de ropa. Al final aparecen algunas piedras de aquellas megalómanas construcciones por los suelos, derruidas,...

 

.- Tiempo Dos (Javier Aguirre, España, 1960): B/N. 11 minutos. Era para NO-DO. Está dedicada “a mis amigos, a mis compañeros del I.I.E.C.”.  Intercala dos tiempos distintos, de ahí el título. Por ejemplo, nos muestra una plaza de toros vacía y escuchamos las voces del público. Un niño mira con un balón en las manos y se escucha el bullicio de un partido de fútbol. Una pareja en una plaza.

 

.- Torerillos, 61 (Basilio Martín Patino, España, 1962): Color. 15m. Utiliza muchos recortes de prensa de noticias reales de maletillas, cogidas, toreros. “Más cornadas da el hambre” es una de las frases que se escuchan.

 

.- El juego de la guerra (The war game, Peter Watkins, Gran Bretaña, 1965): B/N. 48m. Producción televisiva de la BBC. En realidad es un docudrama, es decir, aún siendo un documental de ficción, donde nos muestran las terribles consecuencias de una guerra nuclear. Hay secuencias tremendas como cuando los policías rematan a gente que está sufriendo como si fueran animales. En otra secuencia terrible se fusila a dos personas a las que acusan de desórdenes públicos. Es como si fuera un capítulo de Historias para no dormir de Narciso Ibáñez Serrador aunque la producción británica cuenta con muchos más medios de producción. La BBC rechazó su emisión y fue estrenada en cines. Supongo que para el público de los años sesenta aquello tuvo que ser tremendo, ahora, por desgracia, estamos tan habituados a barbaridades que nos quedamos un poco distanciados del relato, con el convencimiento de que la realidad de una guerra nuclear sería muchísimo más horrorosa de lo que aquí contemplamos. 

 

.- El que enseña (Ramón Masats, España, 1965): B/N. 13 minutos. La vida cotidiana de un maestro rural en un pequeño pueblo de Segovia, Nieva. Resulta muy afable, el maestro habla de su sueldo, de su matrimonio con la que fue su mujer y que murió joven, reconoce que al principio la vio hasta fea, pero que se casó con ella, sus inventos de mapas para la clase.... Se  nota que es un buen hombre, muy sencillo, que disfruta jugando con sus hijos y con sus alumnos.

 

.- El largo viaje hacia la ira (Llorenç Soler, España, 1969): B/N. 26m. Un documental muy duro que retrata una España muy desconocida en aquellos años de teórico desarrollo económico. A la estación de tren de Barcelona llegan decenas de inmigrantes procedentes en su mayoría de Andalucía. Tienen que construir sus chabolas. Viven en condiciones infrahumanas, sin luz, sin agua,... El director tiene el acierto, al principio, de mencionar nombres en general: Manolo, Paco, Luis,... Ves a las familias enteras, niños incluidos, trabajando llevando ladrillos o haciendo trabajos a destajo como el hacer agujeros a una especie de chapas. Naturalmente este montaje no contó con la aprobación de las autoridades franquistas, y es muy posible que se montara de forma distinta para pasar la censura. El título utiliza descaradamente el de la megnífica película de Sidney Lumet, Largo viaje hacia la noche y que corresponde a la obra teatral de Eugene O´Neill.

 

.- El punto de vista del vigilante nocturno (Z punktu widzenia nocnego portiera, Krzysztof Kieslowski, Polonia, 1977):  17 minutos. Es una crítica soterrada de la labor del Estado que nos vigila, que nos controla hasta en los detalles más nimios de nuestra vida. Son “controladores” de los niños en las escuelas, de los trabajadores a la hora de fichar.

 

.- Diez minutos más viejo (Vecaks par 10 minutem, Herz Frank, URSS, 1978): B/N. 8m. Una maravilla. En el programa figura Letonia como país de producción, pero en aquellos años era una república asociada a la URSS. En un plano único y casi fijo nos muestra los rostros de unos niños, especialmente de uno, que están contemplando un espectáculo de títeres, la cara del niño “principal” por así decir, es todo un poema de expresividad, de risas, de llantos, se le llenan los ojos de lágrimas, se asusta, se relaja, sonríe,... La cámara nos muestra a veces en ligera panorámica los rostros de otros dos niños que están a la derecha. Todo es en blanco y negro y las caras se iluminan con una luz blanca que yo creo que procede de una linterna. El audio es la música del espectáculo y se oyen voces del mismo pero todo muy atenuado. Es un cortometraje hipnótico. Recuerda las imágenes posteriores de El espíritu de la colmena cuando Ana Torrent contempla, absorta, el cine.

 

.- Potencias de diez (segunda versión) (Powers of ten, second version, Charles y Ray Eames, USA, 1978): Color. 9 m. De lo más pequeño y cercano a lo más inmenso y lejano. De la mano de un hombre al espacio infinito y a las galaxias más alejadas, y luego, viaje de vuelta, desde las galaxias a las células. Va cambiando en un zoom inmenso aumentando en potencias de diez la distancia y luego reduciéndola a igual escala. Fue una producción para IBM y la música, muy experimental, de Elmer Bernstein.

 

.- Carboneros de Navarra (Montxo Armendáriz, España, 1981): Color. 26 minutos. Es un documental puro donde nos muestra la ardua tarea para obtener el carbón. De aquí salió el fondo para su ópera prima Tasio.

 

.- Ulises (Ulysse, Agnès Varda, Francia, 1983): Color. 22 minutos. Magnífica. Una maravilla como combina el pasado a través de la fotografía que hizo en 1954 con el presente del niño y del hombre que salían en aquella fotografía, tomada en la playa, con ellos desnudos y una cabra muerta. La composición de esa fotografía en blanco y negro es magnífica. El hombre de pie, de espaldas, desnudo y mirando al mar, el niño a su derecha, sentado en las piedras, desnudo y mirando a la cabra muerta que está en el margen inferior derecho (composición diagonal). El nombre del niño da título a este corto de indagación en la memoria, en el recuerdo, en el paso del tiempo,... El niño es hijo de unos exiliados españoles. Hay un momento genial cuando la fotografía es mostrada a un grupo de niños pequeños y uno de ellos afirma: “morimos con los ojos abiertos” (se refiere a la cabra). Se menciona un dato interesante, en Francia, en 1954, había 60.000 franceses con televisión. Hay una mención también a Los olvidados de Luis Buñuel cuando ella (Agnès Varda en off) dice que le hubiera gustado que el niño se pareciera a los de la película de Buñuel. La comparación que hace del nombre Ulises, con el hombre mirando al mar, y la cabra muerta como Penélope es muy de Godard.

 

.- Rangierer (Jürgen Bottcher, Alemania, 1984): B/N. 22 minutos. Se desarrolla en Dresde. Es sorprendente el trabajo que realizan estos hombres. Jamás lo había pensado. Se trata de los ferroviarios que preparan los convoys de vagones de mercancías. Cómo los van uniendo, separando, frenándolos para engancharlos, etc.

 

.- International Sweethearts of rhythm (Greta Schiller y Andrea Weiss, USA, 1986): Color. 30 m. Nos cuenta la historia de una banda de música formada sólo por mujeres que tuvieron mucho éxito en los años cuarenta en Estados Unidos. Billy Wilder en Con faldas y a lo loco ya utilizaba estas orquestas de mujeres. Nos muestra los problemas raciales que tenían, en este caso, las mujeres blancas, al ir con mujeres negras. Este documental, aunque esté rodado en 1986, tiene la estética de los años setenta.

 

.- El cazador de ratas (Szczurolap, Andrzej Czarnecki, Polonia, 1986): 22 minutos. Sorprendente. En un matadero de cerdos hay gran cantidad de ratas y contratan los servicios del único exterminador de ratas que hay en Polonia. Primero les da de comer para ganarse su confianza y luego las envenena masivamente. A las últimas, las “cabezillas” las caza individualmente. Resulta en algunos momentos muy asqueroso pero sin embargo se sigue con mucho interés.

 

.- Taxidermia (Luis Cerveró, España, 2000): Color. 21m. Un montaje fabuloso. Está muy bien esa mezcla que hace entre la taxidermia de animales y el arte moderno. Práctica de la ECAM. Ya fue premiado en Alcalá.

 

.- El sabor de las hormigas en la hoguera (The smell of burning ants, Jay Rosenblatt, USA, 1994):  Muy bueno. Una música muy agobiante. Unas imágenes asincopadas que crean magnetismo retiniano. Nos cuenta la infancia de un niño infeliz que no sonríe. Se nota su miedo al padre. Tiene planos muy bellos. Su frustración la paga al final con las hormigas, es decir, se limita a repetir el mismo esquema de infringir daño a los más débiles, como han hecho con él. Al final está dedicado “a todos mis hermanos”.

 

 

 

 

.- CERTAMEN DE CORTOMETRAJES:

 

.- El laberinto de Simone (Iván Sáinz-Pardo, España, 2003): Ganó el Primer Premio “Ciudad de Alcalá”.  La forma es impecable, técnicamente está muy bien narrado. El fondo es un tanto confuso, ciertamente es un laberinto. Una mezcla de sueños, realidades, muerte, fantasmas...; al estilo de Los otros de Alejandro Amenábar. Está rodado en Alemania, en idioma alemán, y todo muy alemán, muy frío, lo cual no le viene mal a la historia. Es un ejemplo más de la pérdida que estamos sufriendo de nuestra identidad cultural. En este corto ¿español? no hay ni rastro.

 

.- Una mesa es una mesa (Diego Quemada Díez, España, 2003): Ídem que lo indicado anteriormente. Es un drama sobre la vejez y la soledad, sin diálogos. Está rodado en Estados Unidos. Es un ejercicio de graduación del American Film Institute. Ha ganado el Segundo Premio “Ciudad de Alcalá” y el premio a la mejor dirección artística. A destacar la fotografía que es obra del propio director.

 

.- Carisma (David Planell, España, 2002): Éste sí es un cortometraje 100% español, quizás por eso sólo le han dado el Tercer premio “Ciudad de Alcalá” sin olvidarnos del premio de interpretación femenina a sus dos intérpretes: Natalia Mateo y Marta Aledo, que efectivamente realizan un buen trabajo. 

 

.- El balancín de Iván (Darío Estegmayer, España, 2003): Volvemos a lo anterior. Es un cortometraje “argentino” con un sonido directo malísimo, prácticamente no se entiende nada de lo que hablan en ¿español?. Es un drama centrado en la dictadura argentina, que nos relata la historia de una familia con dos niños pequeños cuyo padre está metido en la oposición clandestina política y la madre teme por ello. Al final ambos serán detenidos, se supone que “desaparecerán” y los dos niños, se supone que quedan solos (huyen por el balancín a la casa de al lado). Ya adultos regresan a su casa. Ha recibido el primer premio “Comunidad de Madrid” y el premio “Código Babilonia” al mejor director. Lo que yo digo: demasiados premios.

 

.- Profilaxis (Daniel Sánchez Arévalo, España, 2003): Muy bueno. Ha sido muy aplaudido. Antonio de la Torre interpreta un monólogo muy divertido y convincente acerca de algo tan peculiar como la “masturbación anal”. Ha recibido el segundo premio “Comunidad de Madrid”.

 

.- No me quieras tanto (Estefanía Muñiz, España, 2003): Simpático. Rodado en vídeo. Primer Premio de la Asociación de empresarios del Henares”. Tiene bastante ritmo y sobre todo, mucho color. Ha sido sin duda un divertimento rodado entre un grupillo de amigas, pero que han logrado un producto entretenido. 

 

.- La cigarra y la hormiga ( Pedro Rodríguez, España, 2003): Animación de plastilina. Tiene momentos simpáticos, pero poco más. El final, cuando la cigarra se come a la hormiga era tan previsible que pierde su gracia.

 

.- Nieves (Alberto Palma, España, 2003): Nuevamente la modernidad pasa por la ruptura de la unidad temporal narrativa. Me ha gustado su estética. Imágenes en interior rodadas con muy poca luz, mucho grano, pero que resultan muy atractivas. Las imágenes en exterior tienen una fotografía muy cálida. Sin embargo, no le han dado ningún premio.

 

.- Nito (Pau Fernández, España, 2003): Lo protagoniza Alberto Ferreiro, el soldado que bailaba en Soldados de Salamina.

 

.- Noche de ronda (Carlos Navarro, Emilio de la Rosa y Gabriel Martínez, España, 2002): Animación. Una extraña combinación entre una vieja y un grupo de skin-heads

 

.- El precio de la dote (Chus Gutiérrez, España, 2003): Ya lo vi en “La noche del corto español” en la Seminci de este año.